Historia de superación de un hijo parapléjico y un padre que corren maratones y triatlones
Rick Hoyt tubo una parálisis cerebral al
momento de nacer por falta de oxígeno en el cerebro ya que su cordón umbilical
se enredó alrededor de su cuello ocasionando una discapacidad.
Los médicos dijeron que Rick se quedaría
para el resto de su vida en un estado vegetal. Gracias a que sus padres
ignoraron el diagnóstico de los médicos que indicaba que Rick quedaría en
estado vegetal, y a los ingenieros de la Universidad Tufts, percibieron que su
sentido del humor indicaba inteligencia.
A la edad de 12 años Rick aprendió a usar un ordenador para comunicarse
usando movimientos de su cabeza. Sus primeras palabras fueron “¡Vamos Bruins!
así su familia entendió que a él le encantaba los deportes.
Su primera carrera fue en 1977, una
carrera benéfica de 5 millas para conseguir fondos para un jugador de lacrosse
lesionado que fue compañero de escuela de Rick. Dick empujó a Rick en la silla
de ruedas durante todo el trayecto de las 5 millas. Aquella noche, Rick dijo a
su padre: “Padre, cuando estoy corriendo, siento que no soy un discapacitado”. Esta
fue la primera de más de 1000 carreras que ambos (padre e hijo) han
participado: maratones, duatlones y triatlones (y 6 de ellas fueron
competiciones de Ironman).
Para los triatlones, cuando Dick va en
bicicleta, Rick está en un asiento especial sujeto al frente de la misma.
Cuando Dick nada, Rick está en una pequeña y pesada balsa que es empujada por
Dick.
Dick comenta que “Rick es el que me
inspira y motiva por la manera en que ama competir y los deportes”. Rick
contesta diciendo: “Mi padre es mi modelo a seguir. Una vez que se decide a
hacer algo, hace lo posible por lograrlo, no importa que sea. Por ejemplo,
cuando decidimos participar en un triatlón, papá entrenó, hasta 5 horas al día,
5 veces a la semana, incluso cuando estaba trabajando”.
En 1993, Rick se graduó en educación
especial en la Universidad de Boston. Actualmente, ambos se dedican a dar
charlas motivacionales y a competir en las carreras los fines de semana.
Como regalo de día del padre, Rick invitó
a Dick a cenar y dijo que lo que realmente quería darle era un regalo que nunca
podrá comprar: “La cosa que más quiero en el mundo es que mi padre se siente en
mi silla y que yo lo empuje aunque sea una vez”.
Dick y Rick son grandes ejemplos de
superación. Rick ha mostrado al mundo que la ilusión que tiene es más grande
que su discapacidad. Que no debemos bajar los brazos ante las
adversidades. Dick nos ha enseñado que el amor que un padre puede tener hacia
su hijo, puede llegar hasta límites insospechables.
Pero la más grande demostración de amor
que hubo en la historia del universo, fue cuando el Creador del universo (Jn.
1:3; Col. 1:16), el Rey de reyes y Señor de señores (Ap. 17:14), vino a la
tierra y murió en lugar de la humanidad, pagando así el precio del pecado, la
muerte eterna.
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