8 may 2014

La obediencia a Dios

Mateo 7:24-29 "Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina;  porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas."

En esta parábola del constructor prudente e insensato, construir sobre la roca significa obedecer a la palabra de Dios, y construir sobre la arena significa no obedecer a la palabra de Dios.

Se puede destacar tres aspectos importantes en esta parábola: 

1. La importancia de oír: Rm. 10:17 "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios." La fe proviene del oír, y el oír, proviene de la palabra de Dios. Por lo tanto, la fe, proviene de la palabra de Dios. 

2. Hacer, obedecer y poner en práctica: No solo basta con el oír, es necesario hacer. Debemos hacer o poner en práctica la palabra de Dios. Josué 1:8 "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien". 

3. El no ser insensato: Proverbios 1:7 "El principio de la sabiduría es el temor de Jehová. Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza".

No importa si no has entendido, no importa si las probabilidades de éxito son escasas. Lo que importa es obedecer a la palabra de Dios. 

La obediencia a Su palabra es lo que más agrada a Dios: Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”. Ante las vicisitudes de la vida tenemos dos opciones: obedecer o no obedecer. Ambas decisiones tienen sus debidas consecuencias, como bien dice la parábola.

Las dificultades son inevitables en la vida, pero nuestra actitud de obedecer o no obedecer frente a los problemas, determinará si triunfaremos o fracasaremos.


1 Juan 2:17: "Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre".

Algunas ideas fueron tomadas de este blog: (http://apuntesteologicos78.blogspot.com.es/2013/10/la-obediencia-dios.html)

7 may 2014

Kaká: un futbolista que “pertenece a Jesús”

El jugador de fútbol Ricardo Izecson dos Santos Leite, más conocido como Kaká, es un reconocido seguidor de Cristo, y lo demuestra públicamente al usar la camiseta con las palabras: “I belong to Jesus” (Yo pertenezco a Jesús).

Kaká se tornó cristiano con la edad de 12 años. Cuando tenía 18 años, Kaká pasó el peor momento de su vida. Al saltar de un trampolín en una piscina, se fracturó una vértebra y eso pudo haber sido el final de su carrera futbolística. Los médicos le dijeron que fue por Dios que no se quedó tetrapléjico.

Este accidente hizo que su fe se fortaleciera. Siempre que tiene una oportunidad, da testimonio de su fe y su compromiso con Cristo, mostrando la camiseta que reza lo siguiente: “I belong to Jesus” (Yo pertenezco a Jesús). Kaká la usó cuando ganó el mundial con Brasil en 2002, cuando ganó en Itália, en 2004, el título de liga de la Serie A con el Milan, cuando ganó con el Milan en 2007, la liga de campeones de la UEFA, etc.

Kaká es un ejemplo tanto dentro como fuera de los campos de fútbol. En Romanos 1:16, el apóstol Pablo dice: “Porque no me avergüenzo del evangelio de Cristo; porque es poder de Dios para la salvación a todo aquel que cree”. De la misma forma como el apóstol Pablo, Kaká da ejemplo a muchos deportistas y a millones de cristianos de que no debemos avergonzarnos del evangelio de Cristo. 

Las palabras de Jesús son claras: “Cualquiera, pues, que me confesare delante de los hombres, también yo le confesaré delante de mi Padre que está en el cielo” (Mateo 10:32).

Kaká pertenece a Jesús porque fue comprado por Su sangre. Cristo pagó un precio infinito para que nosotros podamos pertenecerle nuevamente. Pero más importante que pertenecer es permanecer en Él. Cristo nos compró con el precio de la cruz, y por lo tanto, por derecho, le pertenecemos. Ahora bien, si en nuestra vida, negamos esta pertenencia a Cristo, el evangelio ya no es poder de Dios en mi vida, porque la estoy negando. Solamente a través de la permanencia en Cristo (Juan 15:5), podremos demostrar que Cristo es el Señor de nuestra vida. 

En la vida de Kaká, podemos ver como se puede ser rico y al mismo tiempo, un fiel cristiano. Kaká eligió quien es el Señor de su vida. En Mateo 6:24, Jesús dijo: “Ninguno puede servir a dos señores... No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Mientras la gran mayoría de jóvenes futbolistas desperdician su juventud y dinero con los placeres de este mundo, Kaká decidió otro camino para su vida: “Y no os conforméis a este mundo; mas transformaos por la renovación de vuestra mente, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2).


Kaká seguramente tendrá sus errores, como todo ser humano los tiene, pero es un ejemplo de como vivir la fe cristiana en el ámbito público (trabajo) y privado (familia). Y su secreto (que de secreto no tiene nada, porque todo el mundo conoce) es que él “Pertenece a Jesús”. 

6 may 2014

Elvis Presley: la parábola del hijo pródigo con final triste

Triste fin de una “estrella” que empezó cantando para Dios y terminó esclavo de sus vicios. 


Elvis Aarón Presly nació el 8 de enero de 1935 en una familia humilde. Su familia era evangélica y asistían a la iglesia Asamblea de Dios, en Tupelo, Mississipi, EE.UU. Su padre era diácono y su madre era maestra de la escuela dominical. Fue allí donde empezó a dar sus primeros pasos en la música, cantando en el coro de la iglesia. Sus grandes influencias fueron la música gospel, country y blues.

Por motivos económicos se mudaron a Memphis, Tennessee, EE.UU, donde conoció a Sam Phillips, un productor musical que le ayudó a grabar su primer disco. Sam estaba buscando algún cantante blanco que tuviera voz de negro, para poder así conectar con el público negro, y encontró estas cualidades particulares en Elvis, las cuales le trajeron fama, dinero y prestigio.  

A pesar de mantenerse alejado de Dios y de los principios cristianos, a lo largo de su carrera, Elvis grabó más de 50 canciones cristianas; quizás en un intento de callar la voz de la conciencia que le martillaba día y noche. 

A veces abandonaba repentinamente reuniones importantes y después lo encontraban leyendo la Biblia en algún lugar solitario. Solía pedir que llamaran al pastor Rex Humbard para que orara por él. “Me dijo que su vida espiritual no marchaba. Que había dejado a Dios fuera, que quería recuperar la dicha espiritual de su juventud. Me pidió que orara por él para hallar de nuevo el camino recto”, confidenció C. B. Blankenship, un amigo de la familia Presley. 

“En ocasiones, estando en el escenario y viendo a las multitudes gritando, a la vez que extienden sus manos hacia mí, como si tuvieran hambre de algo que yo pueda darles, me he preguntado qué ocurriría si empezara a predicarles el evangelio. Pero jamás he sido capaz de hacerlo”, le dijo a un amigo cristiano.

Finalmente, el gran consumo de medicamentos prescritos juntamente con el uso excesivo de drogas, comprometió gravemente su salud, y en 1977, a los 42 años de edad, murió súbitamente.

Peter Jones, uno de los mejores biógrafos de Elvis, dijo que el cantante hubiese sido un magnífico evangelista, ya que tenía una extraordinaria capacidad de atracción, aparte de tener mucho talento musical.


Así como Demas abandonó a Pablo (2 Tim. 4:10), dejándose llevar por este mundo y sus atracciones, también Elvis abandonó a Dios y los principios cristianos, dejándose llevar por el dinero, la fama y los deseos carnales. Es la parábola del hijo pródigo pero con un final triste.

5 may 2014

Perfectos pero pecadores

Hay dos conceptos, en cuanto a la perfección cristiana, que a menudo suelen ser mal comprendidos: la perfección relativa y la perfección absoluta. 

La palabra perfecto proviene del griego, téleios, que significa, maduro, completo, adulto. Adán y Eva fueron creados perfectos pero perfeccionables. Es decir, Dios los creó perfectos, pero con la capacidad de seguir creciendo. Es una perfección dinámica.

Mt. 5:48 es uno de los textos más controvertidos y menos comprendidos de la Biblia: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en el cielo es perfecto”. La palabra “sed”, no es un imperativo sino un futuro. La palabra “sed” es esesthe (futuro), y no, esthe (imperativo). Es una perfección creciente en un proceso de crecimiento. 

Cuando algo cumple con la función para la que fue creada, ésta es perfecta, según el pensamiento bíblico. El ser humano cuando está en harmonía con Dios, sometido a Su voluntad, es perfecto. 

Hay dos esferas de perfección: relativa y absoluta. La relativa es la que estamos llamados a buscar y la absoluta es la que pertenece a Dios. Por lo tanto, el cristiano debe ser perfecto en su esfera así como Dios es perfecto en Su esfera divina.

Pero uno de los grandes errores que se comete, es confundir la santificación instantánea con la santificación progresiva. La santificación instantánea se da cuando aceptamos a Cristo como nuestro salvador personal y somos apartados por Dios para una vida santa. Este proceso se confunde también con la justificación, proceso por lo cual somos justificados vicariamente por Cristo. La santificación progresiva, es la obra de perfeccionamiento del Espíritu Santo en nosotros. El problema viene cuando se confunde el proceso de santificación progresiva, con el de la justificación, creyendo que así como la justicia de Cristo es transmitida al pecador de forma vicaria (justificación), lo mismo ocurre con la santidad de Cristo, que es transmitida al pecador de forma vicaria. 

Esta mal comprensión, ha llevado a millones de cristianos a creer que no tienen ninguna responsabilidad en el proceso de perfeccionamiento del carácter. Que todo ocurre por magia o de forma pasiva. 

La gracia que te perdona es la misma que te capacita a vivir una vida conforme a los planes de Dios. En el libro Guía del fariseo para una santidad perfecta, p. 126, George Knight dice que “la experiencia cristiana en términos de estilo de vida y de conducta no agrega nada a la salvación de la persona en Cristo. Cuando mucho, una vida tal es la respuesta de haber sido salvada por Cristo”. 

A través del proceso de santificación, Dios nos va preparando y nos pone en harmonía con la sintonía del cielo. 

Hay pecados que son voluntarios e involuntarios. En Sal. 19:12,13, el salmista clama a Dios pidiendo que le libre de los pecados que le son ocultos, que se puede decir que son los pecados involuntarios. Pero también pide que le libre de los pecados de soberbia, que son los pecados voluntarios, de rebelión contra Dios. 

El cristiano perfecto, es aquél que no peca voluntariamente, o conscientemente. No comete pecados de soberbia, de abierto desafío a Dios.
Pero el cristiano perfecto, todavía comete pecados involuntarios, o inconscientes. Pecados estos que son fruto del impulso, de la carne pecaminosa que es débil. Ahora bien, un pecado involuntario puede pasar a ser voluntario cuando nos damos cuenta de ello y no queremos cambiar de actitud.

La perfección es dinámica, no es algo que adquirimos un determinado día y la mantenemos para siempre, como si se tratara de un objeto. Es progresiva. En la glorificación, tendremos un grado más grande de perfección (1 Cor. 15:53,54). Pero el proceso de perfección no se quedará estática, seguiremos creciendo por toda la eternidad. 


Debemos ver la perfección más bien como una línea ascendente que como un punto fijo. Una cosa si es clara, nosotros los cristianos estamos llamados a crecer en la perfección del carácter, que es la perfección relativa; pero jamás podremos tener la perfección absoluta, porque ésta pertenece única y exclusivamente a Dios. 

4 may 2014

Iglesia maradoniana: Maradona pasa pero la palabra de Dios permanece para siempre

Contraste entre lo efímero y lo trascendente


Todo comenzó el 30 de octubre de 1998, en Rosario, Argentina, cuando Hernán Amez y Héctor Capomar comenzaron a festejar la Navidad el día del nacimiento de Diego Armando Maradona. Luego se sumaron otros dos compañeros, Alejandro Verón y Federico Canepa. Estas cuatro personas empezaron el culto a la persona de un jugador de fútbol, la Iglesia Maradoniana.

La iglesia maradoniana tiene su propia cronología, ya que cuentan los años desde el nacimiento de Maradona, el 30 de octubre de 1960. Por lo tanto, el año de 2014 para ellos es el año 54 d.D. (después de Diego). Ellos utilizan el tretragrama D10S para referirse a Maradona, que es una fusión de la palabra Dios con el número 10 del dorsal que el futbolista usaba.

Su religión es el fútbol y su dios es Maradona. Tienen miles de fanáticos seguidores de Maradona por todo el mundo. Sólo en Escocia hay unos 1.500 fieles a la iglesia maradoniana. Ellos buscan por internet captar fieles de todo el mundo. 

La idea de premio y castigo en la iglesia maradoniana es la siguiente: 

1. Castigo: si no llevas una vida correcta, “Maradona te va a mandar a la B”.
2. Premio: si llevas una vida correcta,”Maradona te va a mandar a ganar la intercontinental cada año”.   

Ellos tienen su propio decálogo:

01. La pelota no se mancha, como dijo D10S en su homenaje.
02. Amar al fútbol por sobre todas las cosas.
03. Declarar tu amor incondicional por Diego y el buen fútbol.
04. Defender la camiseta Argentina, respetando a la gente.
05. Difundir los milagros de Diego en todo el universo.
06. Honrar los templos donde predicó y sus mantos sagrados.
07. No proclamar a Diego en nombre de un único club.
08. Predicar los principios de la Iglesia Maradoniana.
09. Llevar Diego como segundo nombre y ponérselo a tu hijo.
10. No ser cabeza de termo y que no se te escape la tortuga.

Tienen hasta un Diego nuestro:

“Diego nuestro que estás en las canchas. Santificada sea a tu zurda, venga a nosotros tu magia. Háganse tus goles recordar en la tierra como en el cielo. Danos hoy la magia de cada día, perdona a los ingleses, como nosotros perdonamos la mafia napolitana, no nos dejes caer en off-side y líbranos de Havelange y Pelé”.

Este movimiento religioso es una parodia al cristianismo. Es una burda imitación de la verdadera religión que Cristo estableció en la tierra. Podemos notar de manera diáfana los contrastes entre lo efímero y lo trascendente, entre lo que pasa y lo que permanece, entre lo mortal y lo eterno. 

¿En quién debemos depositar nuestras esperanzas? ¿Quién peleará nuestras batallas diarias? ¿Quién nos salvará de la maldad de este mundo? La respuesta encontramos en Isaías 40:8: “La hierba se seca, y la flor se cae; mas la palabra de nuestro Dios permanece para siempre.”

2 may 2014

El uso de la música en la liturgia

La música cristiana es un lenguaje para comunicarnos con Dios. Tiene diferentes funciones, tales como: alabar a Dios, evangelizar, enseñar, discipular al creyente, etc.

Un aspecto de mucha importancia en la música, y que es frecuentemente obviado, es el principio de temperancia (equilibrio, proporción), entre el ritmo, la melodía y la armonía. Si se aplicara más el principio de temperancia en la música, creo que podríamos evitar muchos problemas en nuestras iglesias. 

Se suele hacer mucho hincapié en el tema de la reverencia en la iglesia, pero a veces no nos damos cuenta que somos nosotros mismos, los dirigentes de la iglesia, que podemos estar provocando, o induciendo a una irreverencia a través de las músicas que son interpretadas en la iglesia. 

La música tiene un poder descomunal y afecta al ser humano en todos los aspectos: físico, mental y espiritual. El mundo de los negocios ha descubierto este poder hace mucho tiempo, y lo está llevando a la práctica. Dos ejemplos de ello son: 
  1. Grandes supermercados: Suele ser una praxis común en estos grandes centros, poner músicas fuertemente cargadas en ritmo (percusión) y con un volumen bastante alto, lo que resulta en una dificultad de concentración y reflexión, haciendo que el cliente compre más y de manera indiscriminada.
  2. Restaurantes vegetarianos: Se acostumbra utilizar música clásica, y con un volúmen bajo. Esta combinación, facilita la capacidad reflexiva y cognitiva en el cliente, haciéndole que coma menos.
Creo que nosotros como iglesia, deberíamos buscar la profesionalidad en lo que hacemos, y específicamente en la música. Dios merece nuestro mejor, y por lo tanto, debemos definir que objetivos perseguimos con el uso de la música en la liturgia de la iglesia. 

No deberíamos simplemente, dedicarnos a copiar modelos musicales ya existentes en las demás iglesias. Si buscamos en el culto del Sábado por la mañana, a que la iglesia tenga una mayor capacidad de reflexión, concentración y reverencia; no debemos excitar demasiado los sentidos, con el uso no equilibrado de la percusión. 

Algo también muy importante, es saber trabajar con las músicas cargadas en ritmo. Creo que no deberían ser usadas ni justo antes, ni justo después de la predicación. La canción que precede al sermón, prepara la mente para recibir la palabra de Dios, y la canción posterior al sermón, ayuda a grabar el mensaje en los corazones de los oyentes. Muchas veces, he sido testigo de mensajes muy profundos, pero que han perdido su fuerza, debido a la mala elección de las canciones en la liturgia.


Apesar de que en la liturgia, debe haber diversidad de instrumentos, de formas de canto (congregacional, coro, grupo, cuarteto, trio, duo y solista), y de estilos, debemos de entender que los sentimientos nunca deben sobreponer a la razón. 

1 may 2014

La parábola del payaso

El teólogo y filósofo protestante Soren Kierkegaard, con el fin de explicitar las dificultades a la hora de trasmitir y comunicar los contenidos de la fe al hombre y a la mujer contemporáneos, escribió la denominada parábola del payaso.

La acción se sitúa en Dinamarca, su tierra natal. Más concretamente en un circo ambulante en el que se declaró un incendio. El director del circo, al percatarse del hecho, envió a un payaso, vestido con su indumentaria, que estaba a punto de salir a la pista del circo para hacer reír a niños y adultos, al pueblo en el que el circo había recabado para pedir ayuda para sofocar las llamas.

El payaso corrió tanto como pudo y al llegar al pueblo empezó a pedir a sus habitantes que fueran con urgencia al circo para ayudar a extinguir el fuego. Pero los habitantes del pueblo creyeron que se trataba de una estratagema para que la gente asistiese a la representación. Por mucho que el payaso tratase de convencerles de la veracidad de sus palabras, los habitantes del pueblo creían que el payaso estaba interpretando su papel. Sus ropas le jugaron una mala pasada. Cuando vieron el fuego, ya era demasiado tarde. El circo y el pueblo fueron pasto de las llamas.

Estoy de acuerdo con el post de Jaume Triginé en el blog de lupaprotestante (http://www.lupaprotestante.com/lp/blog/el-payaso-2/), con respecto a que tenemos que corregir algunos anacronismos que se dan en la iglesia y que dificultan la transmisión de la fe a los demás. Pero no estoy conforme a su planteamiento liberal y crítico con respecto a la teología. 

Creo que la iglesia, tanto en la forma (litúrgia no apropiada a los visitantes, frialdad entre los propios hermanos) como en el lenguaje (métodos de evangelismo, lenguaje religioso no apropiado a una generación sin cultura religiosa) debe hacer cambios inmediatos, si quiere seguir siendo relevante en los tiempos en que vivimos.

La principal misión de la iglesia es transmitir el evangelio a un mundo que tiene sus días contados, y que dentro de muy poco tiempo será consumido por las llamas del fuego y azufre divinos. 

Lo interesante en la parábola del payaso, es que su mensaje era verdadero, pero que no tuvo éxito en su misión de alertar a los aldeanos, por culpa de su indumentaria. O sea, las formas no eran adecuadas a su mensaje. 

Como iglesia, tenemos el deber moral de adaptar la forma de evangelizar al mundo en que vivimos. El problema no es tanto el mensaje, sino como lo presentamos. Aunque es muy importante contextualizar el mensaje para que tenga una mayor relevancia actual. No digo que debemos dejar de entregar folletos en las calles o tocar una puerta fria; sino que además de estos métodos que dieron sus resultados en el pasado, debemos de usar también métodos nuevos, acordes con los tiempos en que vivimos (internet, redes sociales, TV, radio, etc).

Si el payaso tuviera dedicado un poco de tiempo en cambiar sus ropas, seguramente tendría conseguido el resultado que esperaba. Lo mismo ocurre con la iglesia. El tiempo de implementación de cambios es arduo y duro. Surgirán muchas voces discordantes, pero vale la pena y además, es algo imperativo debido a la vocación evangelística de la iglesia. Como dijo Albert Einstein: “No pretendamos que las cosas cambien si hacemos siempre lo mismo”.